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Ya anticipé en otros artículos que pasé por muchas cosas inusuales durante estos más de 10 años de trabajo con el comercio exterior, y las exportaciones simplificadas no se desviaron de este patrón.
Como es una modalidad de exportación relativamente simple, tendemos a realizar este tipo de proceso sin muchas preocupaciones más allá de las restricciones de valores y dimensiones de la carga impuestas respectivamente por la Hacienda Federal de Brasil y por los operadores logísticos.
En general, son elegibles para el proceso de exportación simplificado:
persona jurídica o productor rural, artesano, artista o similar, según lo disponga la legislación específica; o (Redacción dada por Instrucción Normativa RFB No. 1847, de 28 de noviembre de 2018)
hasta el límite de US $ 1.000,00 (mil dólares de los Estados Unidos de América) o su equivalente en otra moneda, por remesa, en el caso de exportaciones realizadas: (Redacción dada por Instrucción Normativa RFB No. 1847, de 28 de noviembre de 2018)
Las dimensiones y pesos máximos variarán en cada operador logístico y están vinculados al plazo, cuanto mayor es el volumen, más lento es el envío.
Los documentos que enviamos con la carga son básicamente los mismos que en un proceso formal:
Factura comercial
Lista de empaque
Nota fiscal brasileña
AWB
DU-E
El certificado de origen carece de sentido en este tipo de presentación, ya que la otra parte suele tener un arribo igualmente simplificado y probablemente no tendrá en cuenta los beneficios de los acuerdos.
Otro documento que normalmente no es necesario en este tipo de envío es el certificado de fumigación, ya que este perfil de producto rara vez se envía en cajas de madera.
Hasta ahora, es un proceso bastante simple. Pero cuando las cosas se complican entonces, ¿me preguntan ustedes?
Les contaré tres historias en las que me encontré en problemas.
Esa vez el operador logístico realizó dos DSE
Este envío comenzó como cualquier otro envío simplificado, un pedido pequeño, en una caja de 20x20 cm, que empaqué apresuradamente para enviar al cliente que tenía un equipo inoperativo que necesitaba piezas de repuesto.
El operador lo recogió normalmente en la fábrica y, como de costumbre, lo estaba rastreando por el número de rastreo. Noté un retraso y luego el proceso cambió de número, pero la carga llegó prácticamente normal al cliente. Cuando un mes después, mi despachante me llama:
Keila, tienes un DSE de canal rojo, guría.
(adivina de donde es ella? lol)
Después de mucha búsqueda, descubrí que era el proceso cuyo el tracking había cambiado de número. Cuando el operador logístico descubrió que el envío había caído en el canal rojo, no lo pensó dos veces, creó un nuevo DSE, dejó el primero abierto y despachó la carga el mismo día. Nunca presentó un documento o justificación de los ingresos referidos a ese rubro pendiente y ni siquiera me dio una explicación digna.
Siendo un DSE, ¿lo imaginas el tiempo que ha pasado, verdad? En la práctica, mi despachante monitoreó la situación, esperando alguna manifestación del Servicio de Impuestos Internos, que debería haber llegado dentro de los 5 años, pero nunca llegó. ASÍ MISMO, en teoría, esto podría haber dado muchos problemas. Menos mal que se detuvo allí. 😅
El del cliente que le debía a UPS
Tengo la costumbre de ser muy detallista en mis proformas, e incluso informo a la empresa que vamos a utilizar para enviar la mercancía, cuando el flete corre por nuestra cuenta.
En este caso específico, indiqué en la factura que la carga sería transportada por FEDEX, sin embargo, en el último momento el exportador se cambió a UPS y no notificó a nadie (como de este cliente, solo me ocupo de la parte comercial, yo tampoco sabía sobre el cambio).
Pues bien, la carga llegó al país de destino y el importador me llamó:
Keila, estamos en un litigio contra UPS, y retendrán nuestra carga, lo necesito con urgencia.
(repuesto de respirador de durante la pandemia, ¡imagínate!).
Fue aquella prisa por ver la posibilidad de hacer un nuevo envío, de un material escaso, con flete caro, enviado por un operador diferente, todo para que el importador reciba ese material de manera urgente.
Una larga discusión, quién tiene razón, quién no, quién paga qué costo, y al final, todo salió bien. Pero estuvo lejos de ser un simple envío Courier.
El de los problemas de abordaje pandémico
Bueno, hasta ahora los problemas logísticos que generó la pandemia están lejos de terminar, pero al principio había muchas incertidumbres, nuevos decretos de repente, escasez, subidas de precios, retrasos, quién lo ha vivido lo sabe.
Sin embargo, algunos operadores logísticos decidieron crear barreras superiores a las impuestas por los gobiernos, lo que lo complicó aún más. En China, por ejemplo, mis clientes habían manifestado preferencias por parte de algunos operadores y, sobre todo, se negaron a enviar DHL, dijeron que estaban siendo demasiado burocráticos y que no tenían tiempo para preparar la cantidad de documentos que ellos solicitaban.
El problema es que los importadores a menudo tienen sus negociaciones con operadores específicos, y como son ellos los que van a pagar el flete, quieren poder elegir con qué operador trabajar, y esto complica toda la negociación. Se convierte en una lucha de brazos sin fin, hasta que sale un ganador.
Los envíos Courier suelen ser proporcionalmente más costosos, debido al servicio acoplado, la urgencia de la entrega y el perfil de la carga, por lo que cualquier oportunidad de ahorrar, o tener su carga 2 días antes, es tema de mucha discusión, incluso fuera de un escenario pandémico.
Cómo evitar problemas en las exportaciones Courier
Es como dice el refrán: viviendo y aprendiendo.
Todas las situaciones que les he contado aquí no fueron fáciles de predecir, sin embargo, una vez que las hemos analizado, podemos desarrollar herramientas para minimizar sus impactos, por ejemplo, con una lista de verificación previa al envío, con una comunicación fluida y procesos adecuados para poder embarcar con cualquier operador que se necesite.
Una de mis pautas número uno cuando la empresa va a comenzar a exportar es habilitar el RADAR y abrir tantas cuentas de Courier como sea necesario, de inmediato, al menos 2. Y eso también se aplica a los importadores. ¿Cuántas veces he tenido que enviar una pieza en garantía y el importador ni siquiera tenía una cuenta para cumplir con su parte del acuerdo y pagar el envío? Sucede. Así que cuente con nosotros.
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